La introducción y el desarrollo del capitalismo fueron acompañados por laexpropiación de la tierra y la explotación de la fuerza de trabajo, cuya reproducción debía ser asegurada. Para imponer el sistema, se necesitaban nuevas armas de control. Por lo tanto, cuando se trata de brujas, siempre se trata también de la cuestión del poder y la dominación, se trata de la estigmatización, la opresión y la violencia sistemática. Y sólo con estas palabras, el tema se catapulta al presente.
EL SUEÑO DE EZEQUIEL
La Iglesia Católica desempeñó un papel poco glorioso en la persecución de las brujas. En la instalación "Ezekiel dreams beyond repair", la artista de origen iraní Neda Saeedi aborda la visión de la salvación del Antiguo Testamento de Ezequiel. Traslada al presente el trono con el que sueña Ezequiel. Saeedi ya no es el trono divino que simboliza el monoteísmo. La silla azul es una del Parlamento de la UE en Estrasburgo.
El símbolo del poder político lo llevan cuatro réplicas de plantas. Extinguidas desde hace tiempo en la naturaleza, estas plantas sólo viven ahora de la mano de los humanos. Por eso, ya no echan raíces, sino que se atascan en los cabezales de los cepillos de las limpiadoras de superficies de alta presión. El ambiente lúgubre que rodea esta instalación se intensifica con un sol verde de fondo. Si se examina más detenidamente, resulta ser un reflejo. Salvo una franja de color verde, desaparece en un agujero negro.
